Imagina estar frente a frente con Ramsés II, el faraón más poderoso del antiguo Egipto. Eso es exactamente lo que te espera en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC), una joya arquitectónica que ha revolucionado la forma en que experimentamos la historia antigua. Situado en el vibrante distrito de Fustat en El Cairo, este museo de última generación no solo exhibe artefactos; crea experiencias inmersivas que te transportan directamente al corazón del antiguo Egipto.
Estamos hablando de más de 15,000 metros cuadrados de pura magia histórica, donde cada rincón cuenta una historia diferente. Este no es tu museo tradicional lleno de vitrinas polvorientas. Aquí, la realidad aumentada, las proyecciones holográficas y las exhibiciones interactivas se combinan para crear algo verdaderamente espectacular. ¿Y la estrella del show? Las momias reales de los faraones más legendarios de la historia, incluida la impresionante momia de Ramsés II, que finalmente tiene el hogar que merece después de milenios de espera.
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La conceptualización del Museo Nacional de la Civilización Egipcia se remonta a la década de 1980, cuando las autoridades egipcias reconocieron la necesidad de crear un espacio dedicado exclusivamente a narrar la historia completa de la civilización egipcia de manera integral. El proyecto inicial fue diseñado como una respuesta a la creciente demanda turística y académica de contar con un museo que pudiera rivalizar con las instituciones más prestigiosas del mundo.
Comenzó oficialmente en 2002, bajo la supervisión de arquitectos egipcios e internacionales que trabajaron conjuntamente para crear una estructura que honrara tanto la estética tradicional egipcia como las necesidades museográficas modernas. El diseño arquitectónico incorpora elementos faraónicos clásicos, con líneas limpias y espacios amplios que permiten una circulación fluida de visitantes mientras se mantiene el respeto reverencial que merece el contenido histórico.
Durante más de una década, el proyecto enfrentó diversos desafíos, incluyendo consideraciones financieras, cambios políticos y la meticulosa planificación requerida para albergar artefactos de valor incalculable. La construcción se desarrolló en varias fases, con especial atención a la creación de ambientes climatizados y sistemas de seguridad de última generación, esenciales para la preservación de las momias reales y otros tesoros antiguos.
El museo abrió parcialmente sus puertas en 2017, pero su inauguración completa se realizó en 2021, coincidiendo con el espectacular "Desfile Dorado de los Faraones", un evento que captó la atención mundial cuando 22 momias reales fueron trasladadas desde el Museo Egipcio de Tahrir hasta su nuevo hogar en Fustat. Este traslado no fue simplemente logístico, sino una ceremonia que rindió homenaje a la grandeza de estos antiguos gobernantes.
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Fue celebrado el 3 de abril de 2021, fue un evento histórico que capturó la atención del mundo entero. En una procesión espectacular y televisada a nivel global, veintidós momias reales y diecisiete sarcófagos fueron trasladados desde su antiguo hogar en el Museo Egipcio de la plaza Tahrir hasta su nueva morada: el Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC). La magnitud del desfile, que contó con vehículos especialmente diseñados para proteger los frágiles restos, una escolta solemne y una fastuosa puesta en escena, no solo honró a estos antiguos gobernantes, sino que también reafirmó la rica herencia cultural de Egipto en el escenario mundial.
El propósito principal del desfile era trasladar a estos invaluables tesoros a un entorno más moderno y avanzado, garantizando su preservación a largo plazo. Entre las momias más destacadas que formaron parte de esta procesión se encontraban figuras legendarias como el rey Seqenenre Taa II, la reina Hatshepsut, el rey Tutmosis III y el poderoso rey Ramsés II. Cada uno de ellos viajó en un vehículo distintivo, diseñado con amortiguadores para evitar cualquier vibración. Este cuidadoso traslado marcó el inicio de una nueva era para estas momias reales, dándoles la dignidad y el respeto que merecen en una instalación de vanguardia.
Ahora, las momias reales descansan en la sala principal del NMEC, un espacio diseñado meticulosamente para recrear el ambiente del Valle de los Reyes.
El corazón del Museo Nacional de la Civilización Egipcia es indudablemente la Sala de las Momias Reales, un espacio diseñado específicamente para albergar los restos momificados de 22 faraones y reinas que gobernaron Egipto durante los períodos más gloriosos de su historia. Esta sala representa la culminación de décadas de investigación arqueológica y conservación, ofreciendo a los visitantes la oportunidad única de estar en presencia de figuras legendarias como Ramsés II, Hatshepsut, Tutmosis III y Seti I.
Ella ocupa un lugar de honor especial dentro de esta colección. Conocido como Ramsés el Grande, este faraón gobernó Egipto durante 66 años (1279-1213 a.C.) y es considerado uno de los más poderosos y exitosos gobernantes de la historia antigua. Su momia, descubierta en 1881 en el escondite real de Deir el-Bahari, ha sido objeto de numerosos estudios científicos que han revelado detalles fascinantes sobre su vida, muerte y el proceso de momificación empleado.
Combina tecnología de vanguardia con un profundo respeto por la naturaleza sagrada de estos restos. Cada momia se exhibe en vitrinas especialmente diseñadas que mantienen condiciones ambientales óptimas, con temperatura y humedad controladas para garantizar su preservación a perpetuidad. La iluminación es tenue y cálida, creando una atmósfera de reverencia que invita a la contemplación y el respeto.
Los visitantes pueden observar no solo las momias reales, sino también los ataúdes, sarcófagos y objetos funerarios que las acompañaban en su viaje al más allá. Cada exhibición está acompañada de información detallada sobre la vida y el reinado de cada faraón, proporcionando contexto histórico que enriquece enormemente la experiencia del visitante.
Tecnología de realidad aumentada y pantallas interactivas permiten a los visitantes explorar virtualmente las momias, accediendo a radiografías y tomografías que revelan secretos ocultos durante milenios. Estos estudios científicos han proporcionado información invaluable sobre las técnicas de momificación, las causas de muerte e incluso detalles sobre la dieta y el estilo de vida de estos antiguos gobernantes.
Más allá de la famosa sala de las momias reales, el Museo Nacional de la Civilización Egipcia alberga una amplia variedad de exhibiciones que narran la historia completa de Egipto desde tiempos prehistóricos hasta la era moderna. La colección permanente se organiza cronológicamente, permitiendo a los visitantes seguir la evolución de la civilización egipcia a través de diferentes períodos históricos.
Representa artefactos que datan de hace más de 5,000 años, incluyendo cerámicas, herramientas de piedra y las primeras manifestaciones del arte egipcio. Estos objetos proporcionan evidencia fascinante sobre las sociedades que precedieron a la unificación de Egipto bajo el primer faraón.
Exhibe piezas relacionadas con la construcción de las pirámides y el desarrollo de la escritura jeroglífica. Los visitantes pueden admirar estatuas de faraones de la IV dinastía, relieves de mastabas y objetos cotidianos que ilustran la vida durante esta época dorada de la arquitectura monumental egipcia.
Está representado por una colección excepcional de joyería, textiles y objetos de arte funerario que demuestran el refinamiento artístico alcanzado durante este período de renacimiento cultural. Las piezas incluyen el famoso tesoro de la princesa Sit-Hathor-Yunet y una variedad de amuletos y objetos mágicos utilizados en los rituales funerarios.
Fue el período al que perteneció Ramsés II, incluye armas, carros de guerra, y objetos relacionados con las conquistas militares que expandieron el imperio egipcio hasta sus límites máximos. Esta sección complementa perfectamente la experiencia de observar la momia del gran faraón en la sala real.
Las exhibiciones también incluyen secciones dedicadas a la vida cotidiana, mostrando cómo vivían, trabajaban y se entretenían los antiguos egipcios. Desde herramientas agrícolas hasta juegos de mesa, estos objetos proporcionan una perspectiva íntima de una civilización que a menudo se percibe solo a través de sus monumentos más grandiosos.
Una sección especial está dedicada a los períodos ptolemaico, romano y cristiano copto, demostrando cómo la cultura egipcia continuó evolucionando bajo diferentes influencias extranjeras, manteniendo siempre su identidad distintiva.
Planificar una visita al Museo Nacional de la Civilización Egipcia requiere consideración cuidadosa para maximizar la experiencia y garantizar que se aproveche al máximo el tiempo disponible. La recomendación principal es reservar las entradas con anticipación, especialmente durante la temporada alta turística, ya que el acceso a la sala de las momias reales está limitado para preservar las condiciones ambientales óptimas.
El mejor momento para visitar el museo es durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las multitudes son menores y la experiencia resulta más contemplativa. Se recomienda dedicar al menos tres horas para una visita completa, aunque los entusiastas de la egiptología pueden fácilmente pasar un día completo explorando todas las exhibiciones.
Es aconsejable comenzar la visita con un recorrido general por las exhibiciones cronológicas antes de ingresar a la sala de las momias reales, ya que esto proporciona el contexto histórico necesario para apreciar plenamente la importancia de estos antiguos gobernantes. Las audioguías están disponibles en varios idiomas y son altamente recomendadas, ya que proporcionan información detallada que enriquece significativamente la experiencia.
Los visitantes deben vestirse de manera apropiada, considerando que el museo es un espacio que requiere respeto. La fotografía está permitida en la mayoría de las áreas, aunque puede estar restringida en la sala de las momias reales, y siempre debe realizarse sin flash para proteger los artefactos.
Para aquellos interesados en profundizar su conocimiento, el museo ofrece talleres educativos, conferencias y visitas guiadas especializadas que pueden reservarse con anticipación. Estos programas son especialmente valiosos para estudiantes, académicos y visitantes con intereses específicos en aspectos particulares de la civilización egipcia.
El Museo Nacional de la Civilización Egipcia representa mucho más que una colección de artefactos antiguos; es un puente temporal que conecta el presente con uno de los pasados más gloriosos de la humanidad. La oportunidad de estar en presencia de la momia de Ramsés II y las otras momias reales constituye una experiencia transformadora que pocos lugares en el mundo pueden ofrecer. Este museo no solo preserva el legado de los faraones, sino que lo presenta de manera que resulte accesible y comprensible para las generaciones actuales y futuras.
La visita al museo es una inversión en conocimiento y una oportunidad única de comprender cómo una civilización antigua continúa influyendo en el mundo moderno. Cada artefacto cuenta una historia, cada momia real representa décadas de poder y sabiduría, y cada exhibición ofrece una ventana hacia un mundo que, aunque separado de nosotros por milenios, sigue siendo relevante y fascinante.
Para aquellos que buscan una experiencia cultural profunda y enriquecedora, el Museo Nacional de la Civilización Egipcia debe ocupar un lugar prioritario en cualquier itinerario de viaje a Egipto. No es simplemente una atracción turística, sino un templo moderno dedicado a la preservación y celebración de uno de los legados más extraordinarios de la humanidad.
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La momia de Ramsés II se encuentra permanentemente exhibida en la Sala de las Momias Reales del Museo Nacional de la Civilización Egipcia, ubicado en el distrito de Fustat en El Cairo. Fue trasladada a este museo en abril de 2021, durante el famoso "Desfile Dorado de los Faraones", desde su ubicación anterior en el Museo Egipcio de Tahrir. La momia se exhibe en una vitrina especialmente diseñada que mantiene las condiciones ambientales perfectas para su conservación, junto con información detallada sobre su vida y reinado.
El Museo Nacional de la Civilización Egipcia abrió parcialmente al público en 2017, pero su inauguración oficial y completa se realizó en abril de 2021. La apertura completa coincidió con la llegada de las 22 momias reales trasladadas desde el Museo Egipcio de Tahrir, en un evento que marcó la culminación de décadas de planificación y construcción. El proyecto de construcción había comenzado en 2002, convirtiendo la inauguración en el resultado de casi dos décadas de trabajo dedicado.
El Museo Nacional de la Civilización Egipcia se diferencia del tradicional Museo Egipcio de Tahrir en varios aspectos fundamentales. Mientras que el Museo Egipcio se centra principalmente en el período faraónico, el NMEC presenta la historia completa de Egipto desde tiempos prehistóricos hasta la era moderna. El NMEC cuenta con tecnología museográfica de última generación, incluyendo exhibiciones interactivas y sistemas de preservación avanzados. Además, es el hogar permanente de las momias reales, incluyendo la de Ramsés II, que anteriormente se exhibían en el Museo Egipcio. La arquitectura moderna y los espacios amplios del NMEC ofrecen una experiencia de visita más cómoda y accesible.
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La moneda oficial es la libra egipcia (EGP). Puedes cambiar euros o dólares en bancos, casas de cambio o usar cajeros automáticos.
No hay vacunas obligatorias. Se recomiendan hepatitis A y B, tétanos y fiebre tifoidea si visitas zonas rurales.
Los itinerarios más comunes son de 3 o 4 noches, dependiendo del trayecto y de si empieza en Luxor o Asuán.
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